La Biblioteca Estelar

viernes, 11 de mayo de 2012

El Pensamiento Radical por El Barbón

Una vieja tarde, de aquellas en donde el espíritu se pierde y la razón se gana, un ligero personaje se sentó en medio de un lago sin agua para reflexionar sobre la vida.  Sus pensamientos eran turgentes, tanto como lo eran sus ojos regordetes.  Una estrella vagabunda, luminosa como las noches parisinas, se detuvo un momento y mirando al etéreo maese le lanzó una pregunta, "ufano camarada, ¿qué hay dentro de tu transparente mente esta tarde sempiterna?

El diáfano personaje posó su mirada sabia en la brillante esfera vagabunda y sin chistar dijo "dentro de mi transparente mente, está la gravisima pregunta que atosiga aquellos terrenos inhóspitos de la existencia, ¿seré acaso el punto más lejano entre el vacío del estómago de una ballena azul y el espacio sideral, o el éter que ahoga la habitación donde viejos lobos de mar pavonean sus ropas nuevas?

La estrellita, guardando silencio ante lo dicho, dio vueltas por el firmamento haciendo círculos que pintaban una espiral de luz que simulaban un torbellino, una vez que dejó una estela lo suficientemente durable, regresó al frente del ligero personaje, y emocionada dijo, "dentro de mi mente luminosa está la imagen de un desierto majestuoso, en el que perdidos, los pensamientos explotan a su interior, dejando solamente un hermoso silencio".

El etéreo maese, girando sus ojos casi hasta sacarlos de sus órbitas, lanzó una risa pícara, como cuando alguien hace una jocosa travesura, y exclamó: "ja! es ahora el momento en el que el buscador de tesoros, beodo de sentido, hubiera entendido que el tesoro no estaba en sus pies, sino en el propio mapa que lo dirigió al lugar deseado".

La estrella contagiada de la risa, tomó al ligero personaje y lo llevó a dar vueltas por los aires... Los vientos del sur se dirigirían al norte.


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