La Biblioteca Estelar

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Recomendaciones de autores franceses!

Debíamos desde hace tiempo esta lista de libros de autores franceses.  Esperamos les guste, está basada en algunas sugerencias que nos han dado amigos de twitter, así como del equipo Qué Recomiendo.  Como en cada una de nuestras listas, la mejor aportación es la tuya, dinos qué nos falta, cuáles agregarías?


Agradecemos mucho a @sashimiblues, @3Monik, @Lord_Jaxxx y @IconSoldier por sus valiosas sugerencias.


1. Julio Verne.  Nacido en Nantes, este grandioso escritor francés, pasó días enteros en las bibliotecas parisinas estudiando geología, ingeniería y astronomía.  El resultado fueron obras magníficas que a partir de 1828 dieron vida a mundos de cohetes, submarinos y demás artilugios que hoy conocemos como ciencia ficción.  Recomendamos: Viaje a la Luna (de hecho los estamos leyendo y está buenísimo), Viaje al Centro de la Tierra, 20 mil Leguas de Viaje Submarino, La vuelta al mundo en ochenta días, La Isla Misteriosa, y La Invasión del Mar. Son pocas recomendaciones dada su prolífica producción pero son excelentes todos! 


2. Antoine de Saint-Exupery.  Pese a no ser precisamente un escritor, sino un aviador francés, este excelente autor dio vida a una de las obras más famosas de la literatura universal, El Principito.  Por supuesto si todavía no la leen, les recomendamos hacerlo.  Saint-Exupery escribió otras dos obras, que son difíciles de encontrar, pero si tienen suerte sugerimos: Tierra de Hombres y Piloto de Guerra.

3. Victor Hugo. Este autor nacido en Besancon, es altamente conocido por escribir Los Miserables, que ha sido motivo de obras teatrales, películas y muchas ediciones a lo largo del tiempo y que retrata la injusticia social francesa del siglo XIX.  Sin embargo tiene muchas obras muy interesantes, en teatro por ejemplo te sugerimos Hernani (que de hecho fue adaptada a ópera por Guiseppe Verdi y titulada Ernani), El Rey se Diverte (también adaptada por Verdi y titulada Rigoletto); en poesía podemos recomendar Hojas de Otoño; y por último una sátira muy buena, Napoleón el Pequeño.

4. Alejandro Dumas. Fue un autor muy prolífico, se dice que publicó cerca de 1,200 volúmenes.  Sus novelas más emblemáticas desde luego son "Los Tres Mosqueteros" y "El Conde de Montecristo", pero podemos recomendarte Antonio, La torre de Nesle, Catherine Howard, Kean, o desorden y genio y El alquimista.  



Podemos también recordar en este punto que su hijo también fue escritor y homónimo Alejandro Dumas hijo, de quién te recomendamos leer, La Dama de las Camelias



5. Gustav Flaubert.  Nacido en Normandía, este autor perteneciente al realismo y naturalismo literario, dejó de estudiar derecho en París por motivos de salud y se convirtió en escritor (afortunados fuimos en su infortunio).  Es altamente conocido por su obra Madame Bovary, que en su momento fue un escándalo por el contenido realista de las situaciones cotidianas, donde se tocaba por primera vez temas como el suicidio, el adulterio, entre otras temáticas escabrosas. Recomendamos leer Salambó, La Educación Sentimental, La Tentación de San Antonio, y Tres Cuentos



6. Honoré de Balzac. Este autor comenzó su vida literaria de manera muy difícil, estudió leyes a petición de su padre, pero sabiendo que la escritura era su vocación decidió darle una oportunidad.  Vivió épocas precarias antes de que su obra brotara.  Le nombró a su obra de alrededor de 137 libros, La Comedia Humana, que retrataba la sociedad francesa a partir de tres perspectivas, la de las costumbres, la filosófica y la analítica.  Individualmente podemos recomendarte, La Piel de Zapa, Eugenia Grandet, Papa Goriot, Las Ilusiones Perdidas y Cuentos Extravagantes.  Realmente vale la pena La Comedia Humana como una totalidad, si tienes el tiempo, paciencia y recursos, sugerimos hacerte de esta colección.



7. Jean Baptiste Poquelin, Moliere.  El alias de este autor, nos remite a pensar instantáneamente en teatro.  Recordamos hace poco haber visto una película justamente intitulada Moliere, donde se le daba vida a este peculiar autor.  Su seudónimo lo toma en recuerdo del también escritor francés Francois de Moliere.  Recomendamos: Las Preciosas Ridículas, Sganarelle, La Escuela de los Maridos, La Escuela de las Mujeres, Tartufo.



8. Guy de Maupassant. Fue parte del grupo literario de Gustave Flaubert.  Su cuento más famoso y considerado de los mejores en su género es Bola de Sebo, pero tiene cerca de 200 cuentos, caracterizados por su estilo realista y hasta cierto punto cruel.  Recomendamos cuentos como El Horla, La Cabellera, La Parure, Los Dos Hermanos y La Mano Izquierda.



9. Stendhal.  Siendo su nombre un seudónimo, Marie Henri Beyle, escribió Rojo y Negro, su obra más emblemática.  Te recomendamos: El Arca y el Aparecido, El Filtro, Los Cenci, Sobre el Amor, y Racine y Shakespeare.


10. Sartre y Beauvoir.  Esta pareja de escritores existencialistas también son parte de esta lista de recomendaciones, sin embargo ya hemos brindado parte de su obra en nuestro blog, te invitamos a echarle un ojo a nuestras Recomendaciones de autores existencialistas!

11. Donatien Alphonse Francois de Sade.  Mejor conocido por todos como el Marqués de Sade.  Este maravilloso escritor es mundialmente reconocido por su cinismo, su ateísmo radical y las situaciones extremas en las que sitúa a sus antiheroes.  Recomendamos obras como Los Crímenes del Amor, Aline y Valcour, Justine, Las 120 jornadas de Sodoma, La Filosofía en el Tocador y Juliette.


jueves, 6 de septiembre de 2012

Las amables entrañas del ser.

Por Cesar D. Armenta (El Barbón)

Las amables entrañas del ser tienen su génesis en la incierta tierra mediana de la conciencia humana, allá donde los parajes de la estructura germinan, alimentando las imágenes de la física.  Los primeros pobladores de aquellos lares, iniciaron sus menesteres, mirándose a los ojos y reconociéndose como una masa cuyo sentido radica en el nombramiento de su existencia.  De tal manera, algunos tuvieron la idea de otorgarse apelativos, pronto el viento transportaba sonidos con ruidos como "Lobo", "Adán", "Eva" y los menos sofisticados como "A" o "C". 
 
Los debates comenzarían en la jungla verde de la tierra mediana, los recién bautizados, tenían un problema, todos querían comer los ricos frutos de la naturaleza, pero por obras de la ironía celestial, muchos de ellos querían un fruto en particular, lo que ocasionó que hubiera batallas épicas y sangrientas.  Aquellos pobladores se dieron cuenta que necesitaban que alguien mediara entre sus antojos voraces, ¡menudo descubrimiento!
 
Las entrañas del ser comenzaron entonces a desarrollarse en todos los rincones de ese lugar, crecían contagiadas de deseos y de palabras, ¡aquello parecía un hibernadero! Los pobladores se reunían y hacían equipos, tenían divisiones internas que permitían a algunos comer el fruto que les gustaba sin interferir con los que preferían otros grupos, y en todo caso, ya tenían por lo menos compañía para competir por la supremacía de los frutos.  En el fondo, lo importante era que conocían el "significado".
 
Un buen día, uno de los pobladores, como poseído por alguna extraña sensación, se paró en medio de una de las poblaciones y dijo:
 
Yo siento!
 
"Yo siento", parecía una enfermedad que se infectó por todos los pobladores, el éter parecía aburrido de tanto transportar aquella frase que se decía a diestra y siniestra por doquier. A partir de entonces, las entrañas del ser, parecían tomar una forma casi definitiva.
 
Un aventurado poblador pensó que lo importante de "Yo Siento" radicaba no tanto en lo que se era (pensándolo en términos del nombre o apelativo que se había elegido) ni en lo que se sentía, sino más bien que ambos eran consecuencia de una reacción inversamente proporcional a lo que no se era.  Lo que no se era, finalmente era aquello que se obtenía (incluyéndose a los pobladores como "seres"), entonces un día enloquecido por la idea, corrió por todas las aldeas y vociferó:
 
Yo tengo!
 
Pronto el "Yo Tengo" marcaría la tendencia de vocabulario de los de la tierra media, por razones aún no comprendidas todos comenzaron a obtener más cosas, a acumular frutos, árboles, hasta los pobres animales eran recolectados e incluidos en las listas de "valores obtenidos".  Cualquier "Lobo" o "Adán" o "A" o "C", se distinguía de otros similares por el tamaño de sus listas.  La tierra media dejó de contar con toda la abundancia de otros años y los pobladores, obsesionados con más y más, se ponían mejor de acuerdo, incluso podían superar sus diferencias, para organizar expediciones a otras tierras.  El mundo dejó de ser solo una tierra media, y ahora era un amplio terreno en busca de dueños.
 
Las entrañas del ser se nutrían de nuevas y voluptuosas dimensiones. Los pobladores encontraron a otros pobladores, pelearon por más y más, y se hicieron bandos de colores, ahora no bastaba ser "Lobo" o "Adán" o .... bla bla, sino "Lobo de Tierra Media Azul", "Adán de Tierra Media Blanca", y así sucesivamente.  Tras movimientos evolutivos, los pobladores gritaron al unísono:
 
Somos!
 
El Somos fue un bache en las entrañas del ser, porque somos no son todos, sino somos unos y somos otros, el Yo tengo sigue prevaleciendo como paradigma y esencia en el juego.  Los pobladores siguieron y siguieron, se aburrieron de tanto ajetreo, decidieron mejor calmar tanto desmán, y prefirieron (eso sí, hay que aclarar que unos cuantos son los que acordaron esta decisión, no fueron todos, los demás sólo siguieron a los primeros, pero de eso no se hablará porque son temas escabrosos) que las cosas se asentasen, madurar, como se dice hoy en día en tierras medianas.  Las aldeas ahora eran ciudades y cada una tenía un líder, aquel líder salía en lo que se denominaba como "caja negra" y decía:
 
Yo gobierno!
 
Las primeras épocas del "Yo Gobierno" fueron difíciles, los pobladores no estaban preparados para ser seguidores completamente.  Los líderes pensaron y pensaron (tanto que se les quemaron las ideas), al final encontraron una solución para ello, ¡eureka! Y las tierras medias vieron nacer una variante del Yo Tengo, el genio que lo inventó gritó saliendo del laboratorio:
 
Yo personalizado!!
 
Las entrañas del ser miraban su desarrollo y en este punto, se detuvieron, y se preguntaban incrédulamente "Yo personalizado"? Los pobladores siguen pensando que es la mejor idea que se ha llevado a cabo desde el "Yo siento", en términos modernos, era como un "Yo siento modelo 5.0". Ahora no solamente se era "Lobo de Tierra Media Azul" que tenía la lista de "valores obtenidos" con nmilnovecientossesentaypico de objetos, sino que había la posibilidad de ser un "Lobo de Tierra Media Azul" con un "valor obtenido" de color rojo, asas ergonómicas y modelo aerodinámico, todo ello ajustado a las características del "Yo Siento".  Hablando en términos nuevamente actuales: era el paso de ser un auto compacto a un deportivo.
 
Los pobladores aman esta etapa del ser, sin embargo y a beneplácito de las entrañas del ser, una pequeña porción de los pobladores se han dado a la tarea de seguir buscando variantes al "Yo", se sabe que son un grupo muy secreto y escondido, suelen ser reservados, pero determinados, desconfiados, pero valientes y cuestionantes.  Un día se encontró a uno de ellos en los antiguos parajes de las tierras medias en medio de un río, hablando con los animales.  Se dice que en sus himnos se susurran palabras como símbolo, radical y seducción.  Una serpiente le contó a uno de los pobladores que vio a otro en el desierto y le contó grandes sacrilegios sobre el "Yo personalizado".  Quizá sería el mismo que gritó en una de las ciudades de los pobladores:
 
"Yo eterno"
 
Las entrañas del ser según me contaron un día, esperan con mucha curiosidad ver el desenlace de esos pobladores misteriosos, me hablaron de uno en especial de nombre o apelativo "Índigo", y que había que seguirlo muy de cerca.  Me uno a esa curiosidad...